El pasado día 19 de Enero los alumnos de 1ºD realizamos una salida al Centro de Patrimonio Cultural de Zaragoza donde aprendimos un montón de cosas interesantes sobre el trabajo que realizan los arqueólogos.

Sobre las 11:20 salimos del instituto acompañados de los profesores Jaime y María y tras realizar el recorrido andando por distintas calles del centro de Zaragoza llegamos al centro donde se iba a realizar la actividad.

Poco antes de llegar, hicimos una pequeña parada para almorzar al lado del pedestal de la estatua de José Palafox, en el cual hay una placa que pone ” Entre las ruinas y los muertos habrá siempre una lengua viva para decir que Zaragoza no se rinde”.

A la llegada al Centro nos esperaba nuestro guía de la actividad, Héctor Politer. Héctor nos explicó el significado de patrimonio y que éste se trataba de objetos de un tiempo antiguo que habían sido descubiertos y restaurados para poder estudiarlos y exponerlos dependiendo de su valor y de si merecía o no la pena mostrarlos al público.

A continuación, nos explicó que ese día íbamos a ser nosotros los protagonistas y íbamos a ver cómo trabajan los arqueólogos. Después, nos pidió que cogiéramos unos cojines naranjas y que pensáramos que si nosotros fuéramos los arqueólogos en que lugares buscaríamos. Algunos de los compañeros/as propusieron buscar por el centro de la ciudad y otros/as en el tranvía.

Héctor nos contó que Zaragoza fue fundada en el año 14 por César Augusto, de ahí que por aquel entonces se llamara Cesaragusta.

A continuación, fuimos a una sala donde pudimos ver unas bolas de cañón, una bomba donde en la cual se metían clavos y pólvora…También pudimos observar una ánfora (objeto que se utilizaba para transportar y guardar alimentos u otros objetos).

Al rato, pasamos a una sala con un par de mesas divididas en cuatro partes cada una de ellas. Allí, Héctor nos pidió que hiciésemos grupos de tres personas y a cada grupo se le asignó una zona en las que estaba dividida la mesa. Las funciones que teníamos que hacer eran las siguientes: uno del grupo se encargaba de excavar, encontrar y limpiar los objetos, otro se encargaba de dibujarlos y el otro miembro del grupo embolsaba los objetos y los clasificaba.

El tiempo como arqueólogos se nos pasó volando y antes de darnos cuenta teníamos que volver al instituto.

Ha sido una actividad muy interesante, divertida, amena y didáctica. ¡Hemos aprendido un montón de cosas !